

Algunos humanos llegamos al mundo dentro de gotas de mar.


Conservamos en las pestañas gotas saladas que pesan y caen una a la vez.

Aquellas que no caen se acumulan en los párpados hasta crear montañas de sal.

Al llegar a la tierra, creamos máscaras de barro para seguir corrientes externas.



Pero las corrientes internas chocan entre sí descubriendo que somos de mar

De ese mar que bota pestañas
y agrieta la cara.


Algunos humanos aprendemos a manejar la tierra para crear terremotos.
Botamos las capas de barro,
explotamos volcanes,
formamos tsunamis.


Esperando que esos tsunamis nos regresen al mar.