
Clavel.
Mi abuela vivió la mayor parte de su vida sin caminar y con limitaciones para mover su cuerpo causada por una enfermedad. Ella fallece antes que mis padres se casaran y tuvieran hijos.
Yo no conocí a mi abuela en vida, pero mi mamá se encargó de revivir su recuerdo. El amor de mi madre a la suya rompió las barreras de la vida y la muerte, así como la generacional. Yo aprendí a amar a mi abuela sin haberla conocido, desde chica mis hermanos y yo poníamos tres claveles rojos en el libro de su tumba. Sin darme cuenta esto fue un símbolo muy fuerte que se impregnó en mi alma.
Yo no conocí a mi abuela en vida, pero mi mamá se encargó de revivir su recuerdo. El amor de mi madre a la suya rompió las barreras de la vida y la muerte, así como la generacional. Yo aprendí a amar a mi abuela sin haberla conocido, desde chica mis hermanos y yo poníamos tres claveles rojos en el libro de su tumba. Sin darme cuenta esto fue un símbolo muy fuerte que se impregnó en mi alma.

Trenza.
Mi abuela era muy religiosa. Le prometió a la virgen su larga cabellera. Al momento de fallecer, la familia logra conservar un fragmento de su pelo entrenzado.
Recuerdo tocar su trenza cuando era más pequeña. Es increíble cómo es que está intacta a pesar de los años. Fuerte, estructurada, perfectamente entrelazada con ligeras líneas blancas entre el pelo negro.
Manglar.
Recuerdo tocar su trenza cuando era más pequeña. Es increíble cómo es que está intacta a pesar de los años. Fuerte, estructurada, perfectamente entrelazada con ligeras líneas blancas entre el pelo negro.
Manglar.
En la costa, los manglares son de suma importancia. Son los que protegen la costa de los grandes oleajes, vientos y huracanes. Crecen en humedad, entre el mar y la tierra, en la orilla, aferradas a su raíz.
Rostro ausente.
Su rostro siempre fue una interrogante para mí. Había visto fotos de ella donde no se veía claramente o siempre tenía sus ojos cerrados. Para mí, mi abuela eran todos esos claveles dejados en su tumba, el acróstico escrito en su lápida y la memoria de mi mamá.
Hace unos años mi mamá me mostró una foto de ella. No pude contener las lágrimas. Todos los recuerdos que me contaban de ella al fin se completaron.
Hace unos años mi mamá me mostró una foto de ella. No pude contener las lágrimas. Todos los recuerdos que me contaban de ella al fin se completaron.


Casa raíz.
Mi mamá nació en una casa maya. Entre plantas y árboles de naranja cultivadas por mi abuelo.
Mi madre porta el nombre de una flor. Mi abuela sembró a una flor, en tierra fértil de árbol de naranja. Resultó ser Rosa.
Una Rosa que creció a su manera pero con los pies enterrados en la tierra cítrica.
Una Rosa con pétalos de clavel.
Seis hijos.
Tras la muerte de mi abuela se sembraron seis claveles. Se regaron con lágrimas de duelo.
Los claveles formaron raíces, tallos fuertes en cada uno de los hijos.
Yo solo he conocido un clavel.




Se imprimieron 25 ejemplares de cada una en risografía en Enero del 2023, en el taller de Pressente, ubicado en Mérida, Yucatán, México.



